Mamá: el descubrimiento
Como conté en el post anterior, yo pensaba que mi hijo Zen no estaba hecho para el fútbol. Tenía la idea de que los futbolistas nacían con un don especial, con un don que no había visto en él y que me llevó a descartar el fútbol dentro de los deportes para los que yo pensaba que era bueno.
El mito que dice que "el futbolista nace y no se hace" había calado en mí haciéndome ignorar la insistencia de mi hijo por matricularse en una academia de fútbol.
Felizmente logró convencer a su tío Miki para que lo matricule y lo lleve a sus clases. Obviamente yo no iba a oponerme pero tampoco iba a hacer el esfurezo, (¡si me vieran hoy!).
Cuando Miki, que sabe mucho de fútbol, me dijo que Zen tenía potencial, no podía creerlo. -Ven mañana a verlo entrenar- me dijo.
Yo fui y me quedé sorprendida.
Este video muestra lo que ví en ese momento y su progreso en los primeros 6 meses en los que se ha dedicado al fútbol con mi apoyo incondicional. El resto está por venir. Como bien lo dice el título del blog: es una aventura desconocida.