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Sergi Roberto

La primera vez que vimos a Sergi Roberto entrar a la cancha, Zen (mi hijo de 10 años) y yo estábamos algo intrigados. El Barça había ganado todo: la Liga, La copa del Rey, La Champions. Confiábamos en que si algún jugador tenía el honor de jugar para el equipo cuyo escudo llevamos en nuestros corazones es porque no podía ser nada menos que un crack. Tenía que serlo si compartía la camiseta con los mejores.

El desempeño de Sergi Roberto en ese primer partido en el que lo vimos no fue nada que admirar. No hizo nada especial. Incluso falló en algunos pases y el Barça perdió la posesión del balón. “No me convence ese chibolo”, pensé. Zen se quejaba. Que es malísimo, que por qué está jugando en el Barça, que qué le pasa a Luis Enrique, que seguramente ya lo van a sacar.

¡A Zen, que no le vengan con grises!

Además Xavi se acababa de ir del Barça y nosotros, como buenos fans suyos, necesitábamos encontrar alguna forma de llenar ese vacío. No cualquiera sería capaz de llenarlo y no pensábamos que Sergi Roberto fuese el indicado.


Volvimos a verlo jugar un par de veces más antes que acabe la temporada 2014-2015. Otra vez nada que aplaudir.

Luego llegaron las vacaciones para los jugadores y antes de que todos regresaran al equipo, el Barça se fue de gira a USA a jugar unos partidos amistosos. Y Sergi Roberto brilló.

Nosotros escuchamos los comentarios sobre él algo sorprendidos y con la esperanza de que verdaderamente sea un crack (obviamente ahora sé que en ese momento mi ignorancia sobre este jugador era total). Sergi Roberto ya era un crack como lo muestra el siguiente video.


Sergi no brillaba en el equipo hasta que Luis Enrique lo cambió de posición. Con Dani Alves lesionado, el técnico necesitaba un lateral y convenció a este jugador, que jugaba de mediocampo, a probarse como lateral.

En su primer partido en esa posición nos sorprendió. Zen y yo empezábamos a tener fé. De ahí en adelante la luz fue cada vez más intensa.


Como mamá de un niño futbolista siempre pienso en el ejemplo que mi hijo recibe de los jugadores profesionales. En este momento de su vida son sus ídolos y cómo no estar atenta a todo lo que aprende de ellos. Los aciertos y errores de los cracks que Zen admira me sirven de ejemplo para darle lecciones de vida y de fútbol. Qué puede aprender de tal jugada, qué de tal jugador, qué de tal equipo, qué tal reacción, qué de la vida de los jugadores fuera de la cancha y tantos qués más que me ayudan a educar a un niño que algún día será un hombre como lo son todos esos genios corriendo detrás del balón.


Esta vez la lección vino de Sergi Roberto. Verlo desenvolvese cada vez mejor en la cancha, jugar sin achicarse ni por un instante junto a los mejores futbolistas del mundo y brillar tan fuerte como ellos, nos enseñó que hasta los cracks nunca dejan de aprender. Con ganas y humildad a una velocidad sorprendente como nos lo demostró Sergi.

Mi hijo está aprendiendo mucho de ver mejorar a este jugador. Está aprendiendo que cuando amas jugar, seas delantero, defensa o hasta arquero, tienes que disfrutar jugar en todas las posiciones. ¿Qué tal si un día se te presenta la oportunidad de tu vida como lateral o defensa y no como delantero? Los buenos jugadores son buenos en todas las posiciones.


Ahora los dos decimos que somos fans de un nuevo jugador de FC Barcelona.

Desde el partido contra el Getafe en el que le dio un pase fuera de este mundo a Luis Suárez que terminó en gol y otro a Neymar que tuvo el mismo final, el "chibolo" de la Masia se convirtió en alguien que siempre esperaremos ver de titular jugando junto Messi.

Es pura genialidad. El primer gol contra el Real Madrid el pasado 21 de Noviembre fue también gracias a una magistral asistencia suya que me convenció de escribir este post.


Viendo jugar a los niños de una de las academias en donde entrena Zen, hubo uno que llamó mi atención: Rodrigo, #6. Yo había estado pensando que era delantero, de ahí me pareció que jugaba como lateral y a veces de mediocampo. Finalmente me di cuenta que era defensa. Me hizo pensar en Sergi Roberto y le pregunté al entrenador.

Que era defensa porque así ayudaba más al equipo pero que en realidad, era un excelente lateral. "Es muy bueno en todas las posiciones", me dijo. ¿Así como Sergi Roberto no profe? "Y así como Xavi", me contestó.


El vacío de quien se fue a Qatar (Xavi) había sido llenado. Con todo y lección en nuestro pequeño mundo de niños futbolistas.







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